"Me quedaré mientras eso te haga feliz, todo el tiempo que eso sea lo mejor para tí"

10 octubre, 2010

¿Qué hay después de un sueño?

Normalmente, la mayoría de los humanos tenemos tendencia a soñar despiertos. Marcar objetivos, metas, logros… cruces en el camino que queremos alcanzar, que deseamos con todas nuestras fuerzas. Imaginamos que al llegar a cada una de esas metas a modo de post-it en el corcho de la habitación, todo será un poco mejor, que nosotros seremos un poco mejores, un poco más felices. El fin hace el medio. La meta da significado a la carrera pero, ¿qué pasa cuando la cruzamos? ¿qué hay después? ¿qué sentiremos cuando veamos que no hay medallas ni ramos de flores? ¿cuándo descubramos que, después de un logro solo hay una carretera vacía por recorrer?

Y esque después de todo, la vida es eso: caminar. Seguir hacía adelante y, de vez en cuando, volver la vista atrás, aunque a veces, nos de pavor. Recordar cada paso que hemos dado para llegar dónde estamos, para ser quienes somos. Sentirnos bien al pensar que conseguimos aquello que nos propusimos. Entristecernos al comprender que también hubo algunos fracasos.

Toda meta es un riesgo. Puede que consigas cruzarla victorioso, que haya medallas, felicitaciones, aplausos… Puede que al final tanto esfuerzo sea recompensando con un montón de sueños cumplidos pero también es posible que nada de todo eso suceda. Existe la posibilidad de que cruzar una meta no nos lleve dónde esperábamos, que no haya nada esperándonos al otro lado.

Hace tiempo que dejé atrás la línea de salida, desde entonces he seguido corriendo. Al principio no veía la meta, ni siquiera la soñaba. Corría por inercia, por necesidad. Corría porque alguien me había dicho que tenía que correr con todas mis fuerzas y yo no había tenido tiempo de pararme a cuestionarlo. Después bajé el ritmo y empecé a pensar. Seguía corriendo pero, de vez en cuando, me paraba a tomar aire. Busqué un sentido a aquella carrera, una meta. No sabía que había al otro lado pero sí que quería cruzarla. Imaginé aquella meta como el final de todo, como un nuevo comienzo. Soñé con ella cada noche y cada mañana cuando, nada más despertarme, me ponía mis zapatillas de deporte y salía a correr de nuevo. Ahora la veo la meta. Sigue estando lejos, pero más cerca que entonces. Corro hacia ella con más ganas, con más constancia. Ahora veo que existe la posibilidad de alcanzarla, de cruzarla pronto… y me aterra. Me asusta pensar que tantos años soñando con ese momento hayan podido crear en mí expectativas imposibles de cumplir. Me aterra no encontrar nada al otro lado, solo más de lo mismo, solo más camino que recorrer.

Pese a todo, sigo corriendo. Bebo agua, respiro y clavo mis pies en la tierra. Mientras tenga un destino, conservaré la seguridad de saber hacía dónde dirigir mis pasos. A fin de cuentas, eso es la vida: correr. Aunque a veces tengamos que hacerlo a oscuras o sin rumbo, aunque haya momentos en que nos parezca que la inercia nos empuja. La vida no se hizo para pasarla sentado. La vida hay que perseguirla y, pase lo que pase, nunca rendirnos. Solo así sabremos qué se esconde detrás de la siguiente meta.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

…De ahí el verdadero significado de llegar a la meta, no porque llegar signifique conseguir la felicidad, o saber por fin cuál es tu gran papel que te ha sido impuesto, no por recibir felicitaciones, aplausos ni condecoraciones, sino obtener la gratificación por cada segundo que nos esforcemos a diario intentando hacer realidad nuestra leyenda, soñar para obtener la paz que nos guie el día de mañana, exprimir el presente y apreciar cada hito de vida que vuela fugaz y que no debemos dejar escapar en vano. Sólo debemos agudizar los oídos, escuchar las oportunidades que se nos brindan para disfrutar de nuestra corta estancia… Porque sólo si consigues estar ahora no hará falta temer al mañana.

Anónimo dijo...

Me ha encantado leer tu blog.
Creí que ya no quedaban personas como tú, pero una vez más, estuve equivocado.

Felicidades, serás una gran escritora si es lo que quieres.

Un saludo desde,
algún lugar.

Tartitap de fresitapp dijo...

Llevo muchos años corriendo, muchas metas pasadas, metas en las que tras crusas el hilo no había nada ni nadie con quien poder festejar mi victoria y otras, sin embargo, en las que no sólo tuve flores si no que tras esa fina banda donde ponía ''Una vez más lo has conseguido, felicidades'' se encontraba gente como tú a mi lado, L.
Por ello nunca dejo de correr, por muy cansada que esté, pues SIEMPRE encuentras algo que te gratifique & te enseñe detrás de cada una!

Alb. Sei l migliore!
ti ama, l tua amica è bella ^^