Me he cansado de principios que carecen de cimientos. He aprendido de algun modo, a ver lo que otros se callan. Y ahora entiendo todos mis errores, aun sabiendo como sé que algun dia volvere a tropezar con ellos, y es que me gustaría volver a vivir sabiendo lo que se hasta ahora.
Volver a afrontar cada uno de los problemas sabiendo que, a final, todo se supera o simplemente se olvida, que hasta lo mas grave termina por superarse. Saber que incluso las promesas mas sinceras pueden romperse, que nada es para siempre y que lo que importa no es el futuro si no el presente. No tener que descubrir a base de caídas que las heridas mas profundas son las que escuecen mientras cicatrizan, que las puertas hay que cerrarlas de golpe porque por el más mínimo hueco pueden colarse las ganas de volver a intentarlo. Que las segundas oportunidades casi nunca funcionan porque quien es como es, no suele cambiar. Saber también que pueden haber excepciones, que no se debe juzgar a uno como si fuera todos porque no hay dos personas iguales aunque si las haya parecidas.
Conocerme como me conozco ahora, sabiendo que los demás nunca podrán influir en como debo vivir mi vida, porque al final del camino voy a estar solo yo y los pasos que haya dado para llegar hasta allí. Que el amor no es un impulso, ni un segundo ni una noche, el amor puede ser un sofá para dos, una película aburrida o unas palomitas para compartir.
Que no hay nunca que dejar de ser por nadie, porque cuando tu no eres, no hay nada por intentar. Que los futuros son inciertos y el pasado solo debe recordarse para aprender de él y el presente debe vivirse como si no hubiera un mañana. Que siempre hay gente que permanece, que se va , que se olvida o se arrepiente mañana de lo que hace hoy. Que alguna vez tú harás lo que otros te hicieron antes, por eso tenemos que aprender a perdonar. Que no podemos vivir esperando lo que llegará porque si nunca lo hace, será como no haber vivido y la vida no tiene porque ser perfecta para que merezca la pena vivirla porque a veces las pequeñas imperfecciones son las que nos hacen más especial el camino.
No dejar los te quiero para mañana porque igual mañana ya no queda nadie para escucharlos. No callar, no fingir ni dejar de arriesgar… Aprender que el orgullo y el rencor no valen de nada, porque con ellos no se llega a la solucion de los malentendidos. Entender que nadie es mejor que yo, ni peor, ni igual…porque la única verdad es que todos somos distintos y eso no es ni bueno ni malo, tan solo cierto.
Quizas si volviera a vivir sabiendo lo que se hasta ahora, terminaria por no saber nada… porque todo lo que se hasta ahora lo he aprendido a base de caidas y soy consciente de que, aunque ya crea saberlo todo, me queda mucho por aprender.
Volver a afrontar cada uno de los problemas sabiendo que, a final, todo se supera o simplemente se olvida, que hasta lo mas grave termina por superarse. Saber que incluso las promesas mas sinceras pueden romperse, que nada es para siempre y que lo que importa no es el futuro si no el presente. No tener que descubrir a base de caídas que las heridas mas profundas son las que escuecen mientras cicatrizan, que las puertas hay que cerrarlas de golpe porque por el más mínimo hueco pueden colarse las ganas de volver a intentarlo. Que las segundas oportunidades casi nunca funcionan porque quien es como es, no suele cambiar. Saber también que pueden haber excepciones, que no se debe juzgar a uno como si fuera todos porque no hay dos personas iguales aunque si las haya parecidas.
Conocerme como me conozco ahora, sabiendo que los demás nunca podrán influir en como debo vivir mi vida, porque al final del camino voy a estar solo yo y los pasos que haya dado para llegar hasta allí. Que el amor no es un impulso, ni un segundo ni una noche, el amor puede ser un sofá para dos, una película aburrida o unas palomitas para compartir.
Que no hay nunca que dejar de ser por nadie, porque cuando tu no eres, no hay nada por intentar. Que los futuros son inciertos y el pasado solo debe recordarse para aprender de él y el presente debe vivirse como si no hubiera un mañana. Que siempre hay gente que permanece, que se va , que se olvida o se arrepiente mañana de lo que hace hoy. Que alguna vez tú harás lo que otros te hicieron antes, por eso tenemos que aprender a perdonar. Que no podemos vivir esperando lo que llegará porque si nunca lo hace, será como no haber vivido y la vida no tiene porque ser perfecta para que merezca la pena vivirla porque a veces las pequeñas imperfecciones son las que nos hacen más especial el camino.
No dejar los te quiero para mañana porque igual mañana ya no queda nadie para escucharlos. No callar, no fingir ni dejar de arriesgar… Aprender que el orgullo y el rencor no valen de nada, porque con ellos no se llega a la solucion de los malentendidos. Entender que nadie es mejor que yo, ni peor, ni igual…porque la única verdad es que todos somos distintos y eso no es ni bueno ni malo, tan solo cierto.
Quizas si volviera a vivir sabiendo lo que se hasta ahora, terminaria por no saber nada… porque todo lo que se hasta ahora lo he aprendido a base de caidas y soy consciente de que, aunque ya crea saberlo todo, me queda mucho por aprender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario