"Me quedaré mientras eso te haga feliz, todo el tiempo que eso sea lo mejor para tí"

15 agosto, 2011

Charles Chaplin, 1889



"Ya perdoné errores casi imperdonables.
Trate de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con algunas personas,
mas también yo decepcioné a alguien.
Ya abracé para proteger.
Ya me reí cuando no podía.
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.
Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos,
pero también los he roto y muchos.
Ya lloré escuchando música y viendo fotos.
Ya llamé sólo para escuchar una voz.
Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y...
Tuve miedo de perder a alguien especial
y termine perdiéndolo
¡¡pero sobreviví!!
¡¡Y todavía vivo!!
No paso por la vida.
Y tú tampoco deberías sólo pasar ...
¡¡¡VIVE!!!
Bueno es ir a la lucha con determinación
abrazar la vida y vivir con pasión.
Perder con clase y vencer con osadía,
por que el mundo pertenece a quien se atreve
y la vida es mucho más para ser insignificante."

17 diciembre, 2010

Kurt Cobain, 1967-1994


Para Boddah:

Hablando como el estúpido con gran experiencia que preferiría ser un charlatán infantil castrado.Esta nota debería ser muy fácil de entender. Todo lo que me enseñaron en los cursos de punk rock que he ido siguiendo a lo largo de los años, desde mi primer contacto con la, digamos, ética de la independencia y la vinculación con mi entorno ha resultado cierto. Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo rock'n'roll. Me siento increíblemente culpable.Por ejemplo, cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del público, a mí no me afectan tal como afectaban a Freddy Mercury , a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase.Lo cual admiro y envidio muchísimo.De hecho, no os puedo engañar, a ninguno de vosotros.Simplemente no sería justo ni para mí.Simular que me lo estoy pasando el 100% bien sería el peor crimen que me pudiese imaginar. A veces tengo la sensación de que tendría que fichar antes de subir al escenario.Lo he intentado todo para que eso no ocurriese. (Y sigo intentándolo, créeme Señor, pero no es suficiente).

Soy consciente de que yo, nosotros, hemos influído y gustado a mucha gente.Debo ser uno de aquellos narcisistas que sólo aprecian las cosas cuando ya han ocurrido. Soy demasiado sencillo.Necesito estar un poco anestesiado para recuperar el entusiasmo que tenía cuando era un niño En nuestras tres últimas giras he apreciado mucho más a todo la gente que he conocido personalmente que son fans nuestros, pero a pesar de ello no puedo superar la frustación, la culpa y la hipersensibilidad hacia la gente.Sólo hay bien en mí, y pienso que simplemente amo demasiado a la gente.Tanto, que eso me hace sentir jodidamente triste.El típico Piscis triste, sensible, insatisfecho, ¡Dios mío! ¿Por qué no puedo disfrutar? ¡No lo sé! Tengo una mujer divina, llena de ambición y comprensión, y una hija que me recuerda mucho como había sido yo.

LLena de amor y alegría , confía en todo el mundo porque para ella todo el mundo es bueno y cree que no le harán daño.Eso me asusta tanto que casi me inmoviliza.No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como en lo que me he convertido yo.Lo tengo todo, todo.Y lo aprecio, pero desde los siete años odio a la gente en general...Sólo porque parece que a la gente le resulta fácil relacionarse y ser comprensiva.¡Comprensiva! Sólo porque amo y me compadezco demasiado de la gente. Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago nauseabundo por vuestras cartas y vuestro interés durante los últimos años.Soy una criatura voluble y lunática.Se me ha acabado la pasión, y recordad que es mejor quemarse que apagarse lentamente. Paz, amor y comprensión. Kurt Cobain

Frances y Courtney, estaré en vuestro altar.
Por favor, Courtney, sigue adelante
por Frances,
por su vida que será mucho más feliz sin mí. Los quiero.¡Los quiero!"

13 noviembre, 2010

Truman Capote & Marilyn Monroe

Era una mujer insegura, triste, depresiva y autodestructiva. También era alegre, o como decía ella: "Sé que nunca seré feliz pero sé que ¡puedo ser muy alegre!".  Sus escritos son la huella de las subidas y bajadas de una personalidad increiblemente sensible que le hizo dar tumbos hasta su muerte a los 36 años.
 


M (riendo, nuevamente de buen humor. Decidí no volver a mencionar a Arthur Miller): No. Para un viaje en taxi, nada más.


TC: ¿Adónde vamos, a Hollywood?


M: Diablos, no. A un lugar que me gusta. Ya verás cuando lleguemos.


(No tuve que esperar tanto, pues no bien subimos al taxi, oí que le decía que nos llevara al muelle de la calle South, y pensé: “¿No es allí donde se toma el ferry para Staten Island?”. Y mi conjetura fue: tomó píldoras además del champagne, y está loca ahora.)


TC: Espero que no vayamos a tomar un barco. No llevo dramamine encima.


M (feliz, riendo): Vamos al muelle, nada más.


TC: ¿Puedo preguntar por qué?


M: Me gusta. Huele a otro país, y puedo dar de comer a las gaviotas.


TC: ¿Qué les darás? No tienes nada.


M: Sí, tengo la cartera llena de bizcochitos chinos. Los robé del restaurante.


TC (haciendo una broma): Sí, sí. Mientras estabas en el baño abrí uno, y el papelito de adentro era un chiste verde.


M: Por Dios. ¿Obscenidades en vez del porvenir?


TC: Seguro que a las gaviotas no les importará.


 
(Apoyada contra un poste de amarras, la observé, de perfil: Galatea oteando las distancias no conquistadas. La brisa le esponjaba el pelo. Volvió la cabeza hacia mí con gracia etérea, como si la hiciera girar la brisa.)


TC: ¿Cuándo alimentamos los pájaros? Yo también tengo hambre. Es tarde, y no almorzamos.


M: Recuerda, te dije que si alguna vez te preguntaran cómo era yo, cómo era, en realidad, Marilyn Monroe, ¿cómo contestarías esa pregunta? (Su tono era juguetón, burlón, sin embargo sincero al mismo tiempo: quería una respuesta honesta): Apuesto a que dirías que era una palurda.


TC: Por supuesto, pero también les diría…


(Ya se iba la luz. Ella parecía desvanecerse con la claridad, mezclarse con el cielo y las nubes, retroceder y ocultarse detrás. Yo quería alzar la voz por encima de los gritos de las gaviotas y preguntarle: “Marilyn, Marilyn, ¿por qué todo tuvo que salir así? ¿Por qué es una mierda esta vida?”)


TC: Yo diría…


M: No te oigo.


TC: Diría que eres una hermosa niña.


La imagen que Marilyn ha dejado de sí misma esconde un alma que pocos sospechaban. De gran belleza, es un alma que la psicología barata calificaría de neurótica, como se puede calificar de neurótico a todo el que piensa demasiado, a todo el que ama demasiado, a todo el que siente demasiado.

24 octubre, 2010

El miedo paraliza...

'' Comenzarás a entender tu vida cuando no busques tantas explicaciones a todo lo que haces, entonces todo te quedará claro y podrás empezar a ser tu misma y entenderás que aprender algo significa entrar en contacto con un mundo desconocido, en donde las cosas más simples son las más extraordinarias.

Atrévete a cambiar y desafiarte a ti misma, no temas a los retos, insiste una y otra vez porque sin fe se puede perder una batalla que ya parecía ganada, por eso no te des por vencida nunca, acuérdate de saber siempre lo que quieres y comienza de nuevo tantas veces como haga falta para poder llegar a donde quieres.

El secreto está en no tener miedo de equivocarte, en saber que es necesario ser humilde para aprender, tener paciencia para encontrar el momento exacto y disfrutar de tus logros. ''

15 octubre, 2010

Quiéreme si te atreves

Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson... Mejor que la libertad, mejor que la vida.
y ya está, así es como ganamos la partida. Juntos, y felices. Y ahí, sepultados bajo el hormigón, por fin pudimos compartir nuestro sueño de infancia: el sueño de un amor sin fin.
 

10 octubre, 2010

¿Qué hay después de un sueño?

Normalmente, la mayoría de los humanos tenemos tendencia a soñar despiertos. Marcar objetivos, metas, logros… cruces en el camino que queremos alcanzar, que deseamos con todas nuestras fuerzas. Imaginamos que al llegar a cada una de esas metas a modo de post-it en el corcho de la habitación, todo será un poco mejor, que nosotros seremos un poco mejores, un poco más felices. El fin hace el medio. La meta da significado a la carrera pero, ¿qué pasa cuando la cruzamos? ¿qué hay después? ¿qué sentiremos cuando veamos que no hay medallas ni ramos de flores? ¿cuándo descubramos que, después de un logro solo hay una carretera vacía por recorrer?

Y esque después de todo, la vida es eso: caminar. Seguir hacía adelante y, de vez en cuando, volver la vista atrás, aunque a veces, nos de pavor. Recordar cada paso que hemos dado para llegar dónde estamos, para ser quienes somos. Sentirnos bien al pensar que conseguimos aquello que nos propusimos. Entristecernos al comprender que también hubo algunos fracasos.

Toda meta es un riesgo. Puede que consigas cruzarla victorioso, que haya medallas, felicitaciones, aplausos… Puede que al final tanto esfuerzo sea recompensando con un montón de sueños cumplidos pero también es posible que nada de todo eso suceda. Existe la posibilidad de que cruzar una meta no nos lleve dónde esperábamos, que no haya nada esperándonos al otro lado.

Hace tiempo que dejé atrás la línea de salida, desde entonces he seguido corriendo. Al principio no veía la meta, ni siquiera la soñaba. Corría por inercia, por necesidad. Corría porque alguien me había dicho que tenía que correr con todas mis fuerzas y yo no había tenido tiempo de pararme a cuestionarlo. Después bajé el ritmo y empecé a pensar. Seguía corriendo pero, de vez en cuando, me paraba a tomar aire. Busqué un sentido a aquella carrera, una meta. No sabía que había al otro lado pero sí que quería cruzarla. Imaginé aquella meta como el final de todo, como un nuevo comienzo. Soñé con ella cada noche y cada mañana cuando, nada más despertarme, me ponía mis zapatillas de deporte y salía a correr de nuevo. Ahora la veo la meta. Sigue estando lejos, pero más cerca que entonces. Corro hacia ella con más ganas, con más constancia. Ahora veo que existe la posibilidad de alcanzarla, de cruzarla pronto… y me aterra. Me asusta pensar que tantos años soñando con ese momento hayan podido crear en mí expectativas imposibles de cumplir. Me aterra no encontrar nada al otro lado, solo más de lo mismo, solo más camino que recorrer.

Pese a todo, sigo corriendo. Bebo agua, respiro y clavo mis pies en la tierra. Mientras tenga un destino, conservaré la seguridad de saber hacía dónde dirigir mis pasos. A fin de cuentas, eso es la vida: correr. Aunque a veces tengamos que hacerlo a oscuras o sin rumbo, aunque haya momentos en que nos parezca que la inercia nos empuja. La vida no se hizo para pasarla sentado. La vida hay que perseguirla y, pase lo que pase, nunca rendirnos. Solo así sabremos qué se esconde detrás de la siguiente meta.


29 septiembre, 2010

Bucay

Quiero que me oigas sin juzgarme.
Quiero que opines sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mí sin exigirme.
Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí.
Quiero que me cuides sin anularme.
Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mí.
Quiero que me abraces sin asfixiarme.
Quiero que me animes sin empujarme.
Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí.
Quiero que me protejas sin mentiras.
Quiero que te acerques sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten.
Quiero que las aceptes y no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas que HOY contás conmigo...
Sin condiciones...